Gandhi:

"No hay caminos para la paz, la paz es el camino"

7 de febrero de 2010

Namaste

La paz es algo natural.

Sobre todo cuando uno puede llegar a comprender la verdad tantas veces escrita de que todos somos uno.

Es absurda, a la vez que poco sana, la pelea entre las células de nuestro cuerpo. O la falta de entendimiento de los dedos de nuestras manos. Imaginemos el colapso de nuestro organismo si la convivencia entre los diferentes órganos que lo componen fuera lastimosa.

No es natural que una parte se pelee con el todo.

Es por ello que entendemos que la paz es el futuro. Un futuro que se nos antoja inevitable, afortunadamente.

Quizás pequemos de ilusos, ingenuos y soñadores, pero nos gusta aplicarnos aquello de que lo hicimos porque no sabíamos que era imposible.

Así nace Namaste.

Una palabra en un idioma especial (sanscrito) cuyo significado nos revela esa antigua verdad de pertenencia a un todo.

"Lo divino en mí saluda a lo divino en ti"
"Yo saludo ese lugar donde tú y yo somos uno"
"Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar donde mora la Divinidad, y cuando nosotros estamos en ese lugar, nosotros somos uno solo"

Las definiciones, que son varias, nos hablan del formato que deberían tener nuestras relaciones (conexiones); de igual a igual, de hermano a hermano, de Dios a Dios.

Entonces es cuando comprendemos nuestro verdadero lugar en el tablero de este juego que llamamos vida y, lo que es más importante, comprendemos el del otro, si es que hay alguien a quien podamos llamar así.

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